martes, 21 de marzo de 2017

¡Hola!

Hoy quería hablaros de la nueva película de Disney, La Bella y la Bestia, estrenada en cines el pasado viernes.

Primero de todo, me gustaría decir que la crítica que voy a exponer aquí es mi propia opinión; no soy una crítica de cine experta, hablo como mera espectadora.

Aclarado esto, debo decir que al principio era reticente a ver esta película, pues me temía que fuese una mera copia de la de dibujos animados, y para mí, la de dibujos animados es una de las mejores películas que he visto. Y no exagero. A aquellos que no les gustan las películas de dibujos porque las consideran infantiles, no saben lo que se pierden. La película original es maravillosa, unos grandes planos, el tratamiento de los personajes es completo, la música pone la piel de gallina... Todo, toda ella es una maravilla. Por lo tanto, que hiciesen una copia me parecía del todo injusto e innecesario.

Pero entonces salió el primer fragmento, de la canción Bella, que me gustó por varias cosas: parecía que hasta los personajes de relleno tenían un poco de trasfondo, cada uno parecía tener su propia historia; también parecía que el contexto tenía su propia historia (cultural, época, etc.) y Emma Watson, a la que no había acabado de ver con buenos ojos, parecía que se salvaba de ser nominada por mala actuación. Así que empecé a emocionarme, pues pensé que quizás tomaban sólo la historia en sí y cambiaban los hechos.

Cuando finalmente llegó el día del estreno, confieso que estaba muy emocionada. Empezó la película, y la música me envolvió. Era la música de la película original (Alan Menken y Howard Ashman), pero tenía su propio toque, como instrumentos que no destacaban (o no estaban) en la versión original, un tono delicadamente diferente, y la imagen completa y absolutamente asombrosa, pues el castillo llenaba la pantalla y la nieve cubría el cine. Ya estaba metida de lleno.

No quiero hacer spoilers, así que no diré nada de la trama (aunque es prácticamente la misma, sino no sería La Bella y la Bestia). Pero debo decir que los personajes están muy bien tratados: cada uno tiene su propia historia, que aunque no te las cuentan, sientes que son independientes, que no dependen de otro para aparecer en pantalla, o que sólo tienen sentido porque son amigo de X o padre de Y. Sus acciones son realistas, comprendes sus opiniones y sus acciones (aunque a veces no las compartas), y todos están genialmente interpretados (excepto Bella que, en mi opinión, Emma Watson no dotó de demasiadas expresiones, aunque podría ser cosa del director). La trama está un poco más extendida que la original y cambian alguna cosa pequeña, pero en conjunto a mí me convenció y me encantó.

La estética es preciosa, y aunque hay muchísimo CGI, la verdad es que una vez que empieza la película se te olvida (al menos eso me pasó a mí), y simplemente disfrutas de ello, pues si pudiste disfrutarlo en dibujos, ¿por qué no en efectos especiales?

Y qué decir de la música.Obviamente, siendo un remake de la de Disney, no podían dejar fuera las canciones y la banda sonora de esta, pero como la película de Condon es más larga, han añadido nuevas canciones. Son todas preciosas, van tan acordes a las imágenes, a los personajes y las canciones originales. Es más, las canciones le dan una nueva dimensión al film, pues recuerda mucho a su versión de Broadway. Así, creo que las canciones dan mucha fuerza a los personajes y a las escenas. Yo, al día siguiente de ir a verla, me descargué todas las canciones, tanto en inglés como en castellano.

En resumen, yo salí muy contenta y emocionada del cine, y creo que en general es una buena película. También debo decir que sólo la he visto una vez, pero la recomiendo mucho.

xx