miércoles, 8 de febrero de 2017

¡Hola!

 

Hoy os quiero hablar de algo por lo que he estoy pasando últimamente. En Navidades decidí declararme al chico que me gustaba. Hacía ya unos meses que sentía eso por él y por Navidades me dijo que estaba prácticamente saliendo ya con una chica que había conocido. Esto me rompió un poco, cualquiera que haya pasado por una situación similar ya lo sabrá. Me sentía muy mal y muy triste, y una parte de ese dolor era debido al pensamiento de que él nunca sabría lo que yo sentía, así que me decidí a hablar con él y decírselo. Creía que sería un alivio para mí y que me quitaría un peso de encima, pues no quería evitarle pero tampoco estar triste cada vez que le viese y no poder decirle el motivo, así que el mismo día que decidí decírselo le pedí cuándo podíamos vernos, y dos días después ya había hablado con él. Durante unos días estuve triste y sin querer ver a nadie, pero sorprendentemente se me pasó rápido. Pasaron pocos días hasta que sentí que ya me estaba mejorando y que realmente no me había afectado tanto. Y estaba feliz por ello.

Esto con respecto a mi vida amorosa. En paralelo, estaba teniendo una época muy baja en los otros aspectos de mi vida. Académicamente estaba en época de exámenes, así que no tenía clases y sólo tres exámenes en un mes, así que tenía más tiempo, no de estudiar, sino de lamentarme de no estar estudiando. Sí, lo sé, es estúpido, pero qué queréis que os diga, mi cabeza funciona así, no sé aún por qué. Tampoco les estaba dedicando mi entera atención a mis amigos. Cuando quedaba con ellos estaba como ausente, aunque ellos nunca lo notaron (soy buena ocultando cuándo estoy mal ;)), y en casa tampoco hacía absolutamente nada. Estaba todo el día viendo series y películas, no hacía nada más con mi vida. Y esto se expandió hasta hace dos o tres días. Ha sido un tiempo complicado. Y por fin pude poner remedio a todo esto cuando hablé con una amiga. Esta amiga es mi mejor amiga, a la que llamaremos Bella (no es su nombre real, prefiero que todos mis amigos y familiares sigan en el extraño anonimato). Bien, pues hacía tiempo que mi relación con Bella se había enfriado. Casi no nos veíamos, casi no hablábamos, y me decidí a decírselo porque no quería que nuestra amistad decayera más. Y cuando lo hice me di cuenta que la cosa no era tan superficial como pensaba: estaba mal, estaba pasando por una mala época, y todo pareció florecer cuando hablé con ella. Le confesé mis miedos y el por qué real por el que me había alejado de ella: la inseguridad. Soy una persona muy insegura. Intento trabajar mucho en ello, pero hay épocas en las que no me doy cuenta que esta inseguridad gana. Cuando me despedí de ella, simplemente volvía a ser yo. La inseguridad se había ido (al menos la mayoría) y podía volver a pensar con claridad. Volvía a poder ser yo y a quererme de nuevo.

A los pocos días, soñé con el chico que me gustaba, y cuando desperté supe que no había superado el rechazo ni mucho menos. Me seguía doliendo mucho no poder estar con él y que él ya tuviese a alguien a su lado. ¿Entonces por qué, me pregunté, no me había dolido durante tantos días? ¿Sabéis aquello que dicen que "no puedes amar a otro hasta que no te amas a ti mismo"? Pues es mentira. Lo correcto es que "no puedes concebir que nadie te quiera si no te quieres tú antes a ti mismo". Fue justamente lo que me pasó. En esa época mala que pasé, no me quería a mí misma, estaba mal conmigo misma, no quería ser yo, y por eso no me afectó que el chico me rechazara, porque ¿"cómo podría quererme alguien, si ni yo me soporto"?.

Así que chicos, si pasáis por una situación parecida y lo pasáis mal y os duele y no queréis salir de casa porque queréis llorar por el rechazo, está perfectamente bien, porque significa que os queréis lo suficiente a vosotros mismos como para dejar que otros os quieran.

xx

viernes, 3 de febrero de 2017

¡Hola!

Hoy os traigo una lista de favoritos, que incluye películas, series y libros. Nunca me he parado a pensar cuál es mi película favorita o mi serie favorita, en parte porque hay tantas para elegir que me siento incapaz de ello. Pero lo que sí que tengo claro son aquellas que recomiendo sin parar y que me encanta ver/leer una y otra vez. Así que allá vamos:

Películas


  • Regreso al futuro: las tres son maravillosas, y cuando me pongo una, me veo obligada a ver las demás. Pero la segunda es mi favorita (y mira que normalmente le tengo una manía especial a las segundas partes...)
  • Disney: todas (o casi todas) las películas de animación de Disney me encantan. Son obras maestras: las historias son sencillas pero potentes, la fotografía es genial, la música maravillosa y los dibujos fantásticos. Pero debo decir que mis favoritas son El jorobado de Notre Dame, La bella durmiente, Blancanieves, La bella y la bestia, Tarzán, El rey león y El planeta del tesoro.
  • ¡Qué bello es vivir!: la vi por primera vez hace relativamente poco, y me encantó. Es una película navideña que de verdad te llega al corazón y está hermosamente hecha.
  • Star Wars: prefiero los episodios IV, V y VI (como todos supongo), aunque el episodio III es soportable (sobre todo la pelea final entre Obi Wan y Anakin). Creo que la historia es muy innovadora para su tiempo, y también la manera de empezar (por el episodio 4, es de locos). El guión se basa en el viaje del héroe, que es el proceso de una historia más básico que hay, pero lo hace de una manera tan buena que casi no te das cuenta. Además el vestuario es fantástico, y la banda sonora también. Unos personajes muy realistas y aunque con base arquetípica tiene características únicas. Nunca me cansaré de verlas.
  • El señor de los anillos: la historia épica por excelencia. Tiene algo especial que hace que te metas en la historia y sientas los acontecimientos en tu propia piel. La fotografía es fantástica, las localizaciones, el guión y los actores. No podría elegir sólo una de la trilogía.
  • La princesa prometida: esta película es todo cuando una persona desearía de una historia: tiene acción, amor, misterio, evolución de personajes, comedia... Es el cuento perfecto. Y por si no es suficiente, tiene a Íñigo Montoya. 
  • Harry Potter: crecí con esta saga, por lo que doy gracias. Crea un mundo de fantasía único y especial, y aunque las películas van empeorando mientras avanza la historia (la última me indignó mucho, se pierde toda la esencia del libro), las primeras son adorables y sacan a la niña que llevo dentro.
  • El secreto de los hermanos Grimm: esta película es muy de cuento. Tiene ese toque especial de magia y es tenebrosa, justo como son los cuentos originales de los hermanos Grimm. Creo que cogieron muy bien esa esencia, y la historia es genial. Y los actores no podían ser mejores: Matt Damon, Heath Ledger y Lena Headey.
  • Cantando bajo la lluvia: es una obra maestra en su género, y tiene a Gene Kelly. No tengo más que aportar, señoría.
Series


  • Orgullo y prejuicio (1995): es una serie que nunca jamás me he cansado de verla, y no es probable que pase. Las actuaciones son excelentes, la ambientación también, pues entiendes los detalles de la época y por qué delante de determinadas situaciones los personajes reaccionan como lo hacen. Esto es difícil de conseguir cuando la época en la que se ambienta es la Regencia o la Victoriana porque su sociedad y sus reglas eran muy diferentes a las nuestras, y en el tiempo que dura una película no se suele conseguir. Además no añaden ningún detalle actual (lo que hacen otras adaptaciones para darle un toque más romántico o dramático). El sonido también es exquisito.
  • Fullmetal Alchemist: Brotherhood: he de decir que hay otra serie de Fullmetal Alchemist (de 2003) la cual no he visto por recomendación de amigos. Hace poco que vi esta serie, y me encantó. El tema es muy atrapante (no sé si existe esta palabra): la alquimia, la búsqueda de la piedra filosofal y, más allá de lo palpable, profundiza en esforzarse, en no perder la esperanza, en la dureza de la vida, en las dudas que nos atormentan, en los sentimientos, en las actitudes. Todo es también muy realista (a parte de lo de la alquimia, ya sabéis). Está fantásticamente narrado y técnicamente es también genial. Os recomiendo mucho el manga, vale mucho la pena.
  • Teen Wolf: deciros que esta serie tiene su fuerte en los personajes (no, ¿yo hablando de personajes otra vez?). Las tramas son juveniles, no muy complicadas, a veces no muy interesantes, los efectos hacen gracia a veces (puedes ver que las uñas por ejemplo son de mentira), pero vale muchísimo la pena por el desarrollo de los personajes. Es fantástico como los tratan, cómo todos tienen sus defectos y sus virtudes, y cómo te encantan unos, otros te dan igual y a otros les odias. Son muy buenos al construir relaciones, pues no sientes que sean presionadas u obligadas porque salen de los personajes y de sus personalidades. Ahora bien, mis temporadas favoritas y las que creo que merecen un grandioso aplauso son la 4ta y la 6ta. La 4ta saca todo el potencial de Dylan O'Brien (Stiles Stilinski) y la 6ta... Si no has visto el resto de la serie, la 6ta no tendrá nada de especial, pues creo que al ser la última se centran directamente en los sentimientos de los espectadores y te hacen sufrir, alegrarte y participar de una manera muy especial.
  • Juego de Tronos: aunque ambientada en un mundo de fantasía, la encuentro una de las pocas series realmente realistas que me gustan. No es el tipo de realismo aburrido o el que ya te esperas de cualquier serie, sino que los personajes mueren sin importar cuál es su importancia, los sentimientos y las acciones varían de un personaje a otro y de una situación a otra, y hay personajes muy variados que representan a la mayoría de personas que te encuentras en tu vida. Y además hay dragones. Es la caña esta serie, la recomiendo de veras si aún no la habéis visto.
  • Doctor Who: me costó empezar esta serie. La primera temporada es complicada, yo no pude empezar por ella. Recuerdo que vi los primeros cinco o seis capítulos y la dejé porque no me gustaba nada. Un tiempo después (puede que años) vi unos gifs en Tumblr. que me llamaron la atención. Se trataba de la nueva trama de la serie (la mitad de la temporada 7) y me pareció tan interesante que empecé a ver la serie a partir de ese punto (capítulo especial de Navidad de 2006, capítulo 6 temporada 7), y me encantó. Me enganchó mucho, sobre todo las actuaciones, y así me introduje al mundo de Doctor Who. Cuando acabó la temporada 7 me vi las anteriores, pero todas mezcladas. Se puede hacer, realmente no pierdes el hilo. Puede que te pierdas referencias y a veces no entiendes alguna que otra reacción, pero si al menos vas un poco informado de lo que pasa (como iba yo, que me había leído el resumen de Wikipedia) puedes ver la temporada 4 antes que la 2 y así. Yo fui por doctores: me vi primero las temporadas del onceavo doctor, después las del décimo y por último la primera temporada, correspondiente al noveno doctor. Tampoco estaría mal informarse de las temporadas anteriores (es una serie que empezó en 1963): no de las tramas, sólo de cómo eran los doctores anteriores (se hacen muchas referencias) y la primera compañera de todos los tiempos (que tampoco está de más). Las tramas son buenas, y cada doctor se centra en algo diferente. Puedes ver sus personalidades dominadas por un sentimiento mayor, y es muy interesante de ver.
  • Avatar: la leyenda de Aang: de nuevo los personajes en esta serie están muy bien tratados y presentados. Los buenos no son buenos porque sí, los malos no son malos porque sí. Los buenos a veces pueden cometer malos actos y al contrario. Están bellamente escritos, y el tema central de la serie es genial: ¿gente que controla los elementos? ¡Estoy dentro! Pero no sólo es controlar los elementos, sino que te hacen profundizar en ellos y en los sentimientos que los controlan. Yo diría que esta serie es una lección de vida que vale la pena considerar.
  • Merlín (2008): los efectos son cutres y en sí el decorado y el vestuario son muy modestos, pero te ríes, lloras, sufres... Los argumentos, las relaciones, las actitudes de los personajes y sus sentimientos están muy bien conseguidos. Con cada temporada se va poniendo más interesante, pues la serie crece junto a sus protagonistas. Juega mucho con el destino y con la lucha entre el bien y el mal, y cómo en un contexto de injusticia el protagonista tiene paciencia y fe a pesar de que no le gusta.
  • One Piece: antes del salto temporal, la serie es una pasada. El dibujo es sencillo pero te llena, los personajes son únicos en sí mismos y las tramas... Madre mía, las tramas. Son fantásticas. Son el punto fuerte de esta serie: son interesantes, te mueres de ganas de que llegue la lucha, quieres descubrir cosas, hay secretos, hay conexiones, hay risas, hay sorpresas... Tiene de todo, nunca te aburres (menos cuando alargan mucho los capítulos con cosas sin importancia o ponen capítulos de relleno). Después del salto temporal he de decir que la calidad del dibujo mejora, pero que los capítulos se alargan y se acaban volviendo aburridos, las proporciones de los personajes son enfermizas comparadas con cómo eran al principio... Uno de los últimos arcos se ha llegado a alargar 100 capítulos, lo que era indudablemente innecesario. También hay cierta censura en cuanto a sangre y demás, y si lo veis en castellano puede que os encontréis aún más censura (yo la he visto en catalán y después en japonés subtitulado, así que sólo he tenido la censura de los creadores de la serie, pero en algunos países y/o idiomas hay más censura de la necesaria). Yo os recomiendo ver hasta después de Marineford y después pasaros al manga, vale la pena. Yo la empecé en agosto de 2015 y llegué a ponerme al día en enero/febrero de 2016 (la saga de Dressrossa, que aún se estaba retransmitiendo y en el manga ya estaba acabada, la leí, no la vi), y unos amigos que sí que veían la serie no acabaron esa saga hasta junio de 2016, así que os podéis imaginar cómo alargan los capítulos hoy en día.
  • Cardcaptor Sakura: otro anime de nuestra infancia, pero que parece que nunca envejece. La trama es interesantísima, aunque empieza siendo sencilla, pero igualmente atrapante. De nuevo, los personajes son realistas y están maravillosamente construidos, y las relaciones son tratadas fantásticamente bien. Vale mucho la pena volver a verla. Una y otra vez ;) 
  • I Love Lucy: es una serie bastante vieja y la descubrí hace muy poco. Yo la veo en inglés, no sé si está en castellano. Me costó encontrarla online en inglés, así que quizás en castellano no puede ni encontrarse. Es de los años 50, está en blanco y negro, y es una comedia, pero es tan divertida e ingeniosa. Hay elementos de los años 50, como el papel de la mujer, pero se tiene que entender el contexto en qué está hecha. Yo me he llegado a reír muchísimo con esta serie, de verdad la recomiendo. Es más, os pongo un trozo de un capítulo para que veáis el estilo:


Libros


  • Los tres mosqueteros, de Alejandro Dumas: me encanta cómo está escrito. Gracias a este libro, Dumas figura en mi lista de autores favoritos Te dice exactamente lo que necesitas saber, ni más ni menos, y sus personajes están bien definidos. La trama también es interesante, pues aparecen cosas que no pasan en las adaptaciones. Realmente yo lo disfruté mucho, y me hizo cambiar la opinión que tenía de algunos personajes.
  • Drácula, de Bram Stoker: Bram Stoker era un verdadero genio escribiendo. Sus descripciones son maravillosas, realmente te metes en la historia y sientes lo que siente el protagonista. Creo que ninguna adaptación le hace justicia. Yo antes tenía en muy buena consideración la película Drácula, de Bram Stoker, pensando que era una adaptación fiel. No podía estar más equivocada. Volví a ver esa película después de leerme el libro, y no la pude acabar de ver. Había tantas cosas que no tenían sentido, o que las cambiaban sin ninguna razón aparente. La única parte que se me hizo pesada de leer fue cuando Lucy (que es la amiga, no como en algunas adaptaciones en las que Lucy es la pareja de Jonathan Harker) está enferma, pues alarga mucho esta parte. Pero aun así, es un libro fantástico de leer.
  • Harry Potter, de J.K. Rowling: la forma de narrar de esta mujer también me llega al alma. Recuerdo estar en tensión cuando leí el primer partido de quidditch, sufriendo por los jugadores y por quién ganaría el partido. Los personajes son muy realistas, no como en las películas. Todos tienen sus momentos de admiración y de querer matarlos, y todo ese mundo es tan amplio y familiar. Siempre tienes ganas de leer Harry Potter, y al menos yo siento como si entrase en un mundo nuevo pero tan familiar que es como si volvieses a un lugar al que solías ir cuando eras niño. Tiene una nostalgia única que me hace disfrutar estos libros aún más.
  • El Hobbit, de J.R.R. Tolkien: las películas no le hacen justicia a este libro. Es muy fácil de leer, muy ameno, los personajes son geniales, la trama es interesante y con pocas palabras Tolkien hace que sientas lo que él quiere que sientas. Es como un cuento, te sientes un poco niño mientras lo lees, aunque no por eso te sientes como si te tratasen de estúpido. Lo único es que no llegas a presenciar ninguna batalla. Si lo leéis, ya descubriréis el por qué.
  • Don Juan Tenorio, de José Zorrilla: es una obra de teatro, pero sólo por la escenificación ya vale la pena. El texto es exquisito, y la parte final es espectacular, aunque no estoy de acuerdo con el final.
  • El mercader de Venecia, de William Shakespeare: otra obra de teatro, esta vez de Shakespeare. Esta obra me sorprendió mucho. La verdad es que no me esperaba demasiado de Shakespeare, siempre lo he tenido por un autor normal. Un clásico de los de siempre. Pues no. El mercader de Venecia es fantástico en todo él. Las tramas son interesantes, el papel de la mujer es, en mi opinión, revolucionario para su tiempo, y hay algunos personajes muy muy potentes. Realmente no sabes cómo puede acabar, y cuando este llega, no te sientes decepcionado. La película está muy bien adaptada, así que si sois más de ver que de leer, os recomiendo la película.
  • La vida es sueño, de Pedro Calderón de la Barca: otra obra de teatro, es una de las mejores que he leído. Los diálogos, la trama, los temas... Es fantástica, al recomiendo muchísimo si os gusta leer. La verdad es que no puedo decir más, simplemente me encantó. Las palabras son como magia. Te hacen sentir de una manera asdfghjkl. Lo tendréis que leer para entenderlo.
  • Peter Pan, de James M. Barry: nada tiene que ver con sus adaptaciones. El libro es más brutal, mucho menos infantil, y personalmente me dio un poco de miedo el personaje de Peter. Está muy bien escrito y se lee muy rápido. Acostumbrada como estaba a la versión de Disney, el libro me sorprendió por su dureza pero al mismo tiempo entendí mucho mejor el contexto y el por qué actuar así. El final me perturbó un poquito, pero no se sale del personaje de Peter.
  • Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes: sí, lo sé, es muy raro ver esto aquí, pero tuve que leérmelo para hacer la Selectividad y me sorprendió a mí misma que me gustara tanto. Está bellamente escrito y la trama es interesante. Os recomiendo leeros una versión escolar, que resume capítulos y explica cosas necesarias en pie de página.
¿Y vosotros? ¿Qué opináis de esta lista? ¿Cuáles son vuestros favoritos hasta la fecha?

xx